26 de abril de 2013

Feliz cumpleaños

Hay días que se acierta y otros que se acierta menos. Eso lo dice un tío positivo como yo. Si le preguntas a uno no tan optimista dirá que la bajada de esta canaleta ha sido un chancro total.

Solo encontrarse y atacar un paraje así con las deslizaderas es todo un gustazo. Es el regalo de cumpleaños que me he hecho y lo he compartido con 3 tios cojonudos...gracias por aguantarme este miercoles!



Kasti al amanecer.



Canal, canal, pelotón del ejercito, canal, canal...



Mónica con sus nuevas deslizaderas.



Ancha o estrecha...estrecha!



Txapu todo tieso.



Un poco de nieve acumulada.



Estos dos están conspirando contra mi...



Es hora de cambiar a los pintxos.



Perspectiva desde la mitad del canal.



Aquí se quedan mis compañeros.



Vistas desde lo alto.



Con las tablas la cosa cambia y comienza la rascada de la nieve dura.



En la últma sección, la pendiente se suaviza.

Un gran día aunque la nieve no haya permitido disfrutar lo que nos hubiera gustado. No siempre va a salir bien el plan.

17 de abril de 2013

Temporada de Canales

Esta entrada no la dedico al Bailaor Flamenco Antonio Canales, sino a las condiciones magnificas que vamos a tener esta primavera para continuar con las deslizaderas y las canales y corredores del Pirineo.

Eligiendo bien la orientación y el horario se pueden atacar unas esquiadas de quitar el hipo hasta bien avanzada la primavera, como la del pasado sábado. Una madrugada considerable es el precio a pagar para asegurarse unas condiciones de nieve buenas y seguras.

Dependiendo de la orientación de las laderas a esquiar, las condiciones meteorológicas, que incluyen parámetros como humedad, dirección del viento, situación ciclónica o anticiclónica, cota de la ISO y alguna otra, se ha de elegir el horario de subida y lo que es más importante, el de bajada.



Gorka con las primeros rayos de sol.



Avalanchas de purga.



Foqueando hasta donde se deja.



Con la pendiente pasamos a los pinchos.



Gorka sigue por las huellas que voy trabajando.



En el nido de águilas.



Y ahora toca esquiar la pendiente hacia el averno tenebroso.



Un mal giro puede provocar perder unos cuantos cientos de metros a vueltas.



Esquiada directa.



Con el objetivo ya cumplido, solo queda volver al coche con la sonrisa en la boca.