21 de octubre de 2012

Atlas IV

Nos quedan dos jornadas por delante más montañeras que biciclísticas. Hoy por delante 1300metros con las bicicletas en las mulas. Después una bajada cuasi imposible hasta el refugio Neltner.

Increible la capacidad de los muleros y de las mulas para sortear los obstáculos de un valle que se empina cada vez más hasta que salva el collado de Ounaoums de poco menos de 3700 metros.



Amanece en el lago de Ifni. Levantar el campamento y el cargado de las mulas es ya un trabajo automático.



Primeros pasos por un paisaje lunar.



Franceses tomando un respiro.



El grupo avanza ligero. Sin bicis a la chepa parece que no cuesta.



Las últimos metros se salvan con las bicis a cuestas. Así evitamos que nos lleve el aire en el temido collado de Ouanoums.



El Jipi intratable ciclando en altura.



Terreno duro, aspero y agresivo.



Collado de Ouanoums.



Alfonso incubando un trancazo de campeonato.



Potxito haciendo lo imposible para encadenar tramos muy complicados.



El fortísimo viento no ayuda y se empeña en no dejarnos avanzar sin lanzar pies al suelo.



Es posible ciclar e incluso, alguno disfruta...



Llegando al Refugio de Neltner.

En el refugio estamos sorprendentemente temprano. En menos de 5 horas estamos comiendo opíparamente y después aprovechamos para cometar la el día, ver las fotos y proyectar la última jornada...Ataque al Toubkal...con bici? Lahcen, nuestra guía nos aconseja dejarlas en el refugio, pero yo voy convencido de hacerlo con ruedas.

Solamente abandonaría a mi fiel compañera si el viento fuera tan fuerte como para que resulte peligroso. Y al consultar la Meteo, dan rachas máximas de 25km/h. Eso dista bastante de ser peligroso, así que nos acostamos con opiniones de todo todo tipo: Alfonso casi seguro que será baja por encontrarse fatal. Chus, a no se que por la noche asfalten la subida se quedará haciendo el bago. Antonio tan pronto sube la bici como que no, al Jipi, con su carácter, disfrutará de cualquier manera y no se plantea nada. Dani, Potx y yo convencidos de llevar ruedas. Por último Julius y Asier dudan y lo decidirán al amanecer.



Resultado, 4 bicis y 4 a pie incluyendo a nuestro amigo Lahcen...EMPATE!!!

Los primeros compases resultan duros mientras los riñones se adaptan a la arrancada desde el primer momento con los biciclos a hombros. Además hace fresco como así lo atestiguan los charcos helados.

Para mejorarlo está una primera rampa dura con mucha piedra que van minando nuestras fuerzas mentales. Otro punto negativo es el viento. Las rachas no son de 25km/h sino de más de 120 en algunos puntos, por lo que los pensamientos son del tipo...QUIEN COJONES ME MANDARA EMPRENDER TAL EMPRESA!!! Pero pronto hago oídos sordos y pongo un ritmo firme para terminar con ese viento atolondrador.



Potxito por encima de los 4000.



Semblante de expedicionario...pero fijense en su mano...sisisisi...las chanclas de la suerte!



El turno de Dani entre los numerosos hitos de la cumbre.



Lahcen aprovecha para ciclar en la cima del Toubkal.



Foto de rigor en la cima y desde ahí los proyectos empiezan a brotar...que si la travesía desde el M'Goun, que si a los bosques de cedros, que si el medio Atlas para la bici es acojonannnte. Pero hay que dejar de soñar y apretar el culo para la bajada.



Desde aquí no se aprecia la dificultad del camino...a eso hay que sumar el incómodo viento.



Descansando a media bajada.



Oscar hilando fino en alguno de los tramos que se dejan trabajar de una bajada que hay que hacer al menos una vez en la vida. Siendo positivo, quiero pensar que la ciclabilidad, para mi, sería del 60%. Y aunque alguno me llame loco, de ahí no bajo.



Desde el Neltner nos queda lo más sencillo hasta Imlil.



Jimbo más recuperado encadena grandes pasos.



Potx tocado por la barita mágica logra pasar lo imposible en un momento en el que yo me vine abajo.



El baqueteo de un pedregal continuo nos deja con esta pinta de despojo humano.



Y esta es la recompensa con la que nos reciben en el Albergue Lepiney.



Una circular con un concepto abarcador, montañero, técnico y muchos adjetivos más es la que compartimos 9 locos por la montaña y de las bicis. Una ruta que cuesta digerir pero que a buen seguro que ha hecho sentir sensaciones nuevas para algunos. El poder circular entre pueblos, entre las gentes del lugar y en un enclave anclado en el pasado, hace de Marruecos el lugar perfecto para la aventura. El grupo que nos juntamos fue cojonudo y a mi personalmente me ha hecho pasar una travesía inolvideibol...alguno seguro que no piensa lo mismo, pero tampoco se olvidará fácilmente. También se echó de menos a unos cuantos...la próxima será...



Si alguien quiere disfrutar de esta u otra ruta que se ponga en contacto con Antonio y su empresa ABARCANDO. A buen seguro que le impresiona con los horizontes que le puede llevar a descubrir este gran hombre y su peculiar manera de proceder...Abarcandora!!!


14 de octubre de 2012

Atlas III



Amanece el cuarto día con el cielo raso. Los cuerpos se encuentran entumecidos tras una noche muy fría y los que tenemos sacos de primavera pasamos alguna penuria. Todo mejora cuando sale el sol y entonces reemprendemos la marcha hacia el cercano collado de Ououraine.



Es el primer día que avistamos el Toubkal. Resulta imponente desde nuestra posición a 10 Km en linea recta. Al final de la jornada estaremos mucho más cerca, pero para ello todavía nos queda trabajo.



Desde aquí las vistas nos alegran la cara. Un sendero en media ladera infinito que se pierde en un recodo y vuelve a aparecer y se intuye el final muy lejos. Dejamos atrás a los muleros que tomarán un atajo para poder llegar al final del día antes que nosotros.



Alfonso apurando la curva.



Alf y Antonio a mitad de bajada.



Es hora de visitar un zoco poco frecuentado por turistas.



Amsouzartte. Lugar elegido para comer este día.



Niños jugando.



Con el estómago bien lleno, arrancamos por una "suave" pista  en dirección al Lago de Ifni. Las primeras pedaladas cuestan, pero poco a poco las piernas se amoldan al esfuerzo y remontamos al ritmo más suave que nos permite nuestro desarrollo.



Potx con su típica cara de Potx.



Lago de Ifni desde el collado. Fin del trabajo duro y comienzo del trabajo técnico.



Como comer pipas...cansan y te dejan los morros secos, pero no puedes parar.



El Jipi...en un día donde los pasos imposibles los ve sencillos.



Baño en el lago, clases de mecánica impartidas por Antonio y Dani a los autóctonos, montaje de tiendas de campaña, cena y a descansar para estar frescos al día siguiente.

Será una jornada más montañera que biciclística con una remontada de 1300 metros hasta el collado de Ouanoums.

9 de octubre de 2012

Atlas II

A partir del segundo día emprendemos la circular por el Alto Atlas con un trazado similar a uno de los múltiples trekkings que se pueden hacer por la zona. Todos ellos muy recomendables para hacer a pie, pero sobre la bici cambia un poco el cuento.

El día comienza placidamente por pistas y sendas a ritmo pausado pero esa tranquilidad se rompe antes de lo que alguno hubiera deseado. Unos porteando y otros muleando remontamos el primer collado del día.



Dani y Oscar observados por los paisanos del pueblo.



Pocos tramos se dejan trabajar sobre la bici.



Buenísima bajada, hacia el nuevo valle que se abre ante nuestros bicicletos.



Alfonso superando un pequeño repecho.



Sendero de libro como plato fuerte del día.



Alfonso seguido de Antonio por el valle de Asif Meloull.



Junto al río.



Observados.



Barrita energética marroquí.



Esperando a los rezagados.



llegando al campamento, a más de 2400 metros con las últimas luces del día, como así lo atestiguan las sombras de Potx y Chus. NOTA: no bañarse en pelotas en Marruecos...los autóctonos no habían visto personajes tan singulares como nosotros creo que nunca, pediendo, eructando y se despelotanos con tal alegría.



El atardecer en lo alto del valle de Asif Meloull.



Cena en la jaima al ponerse el sol y pronto a dormir porque mañana toca madrugar y remontar un desnivel importante, aunque esta vez los biciclos irán en mula.



El tercer día iba a ser complicado y muy trabado. Lo más fácil, la primera remontada de 1200 metros con las monturas sobre las mulas. Desde el collado de Likemt, a 3600 metros nos acompañará nuestro amigo Colomán hasta el final del día. Chus sufre más de la cuenta con un indeseable trancazo y demasiada piedra para un licroso empedernido.



Ultimos metros sin bicicletas antes del cataclismo.



Ahí Jimbo que le ha cogido el truco a la piedra suelta a las mil maravillas.



Alfonso y Oscar moviendo bloques.



Tras un duro trabajo de espedregar, el camino lo dejamos así de limpio.



Duro trabajo el de los muleros.



Tras la comida arrancamos en busca del siguiente campamento.



El sendero se deja a base de inspiración y tesón.



Presión baja en las ruedas ayuda a avanzar.



Impresionantes cañones.



Señales de humo.



Con las últimas luces del día llegamos y montamos el campamento a más de 3000 metros.



Vistas desde la jaima que hace de salón-comedor.

Una etapa dura dará paso a otra mucho más racional, con una eterna bajada por sendero con vistas al macizo del Toubkal, visita a un zoco y un final de día "empedrado".